Manifestación, 2024

Manifestación, 2023—2024

Plastilina sobre madera

197 x 287 x 37 cm

Manifestación, 2023—2024

[Detalle]

Manifestación, 2023—2024

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Manifestación, 2023—2024

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Manifestación, 2023—2024

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Manifestación, 2023—2024

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Manifestación, 2023—2024

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Manifestación, 2023—2024

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Manifestación, 2023—2024

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APUNTES PARA MANIFESTACIÓN
Algo que noté en las muestras de Juliana Lafitte y Manuel Mendanha es que sus obras dan ganas de hablar. Exclamaciones, interpretaciones, descubrimientos. Después de un primer momento encandilados y mudos, pareciera que de pronto tenemos todos algo que decir.
Yo fui a ver Manifestación al taller y usé la palabra “recreación”. “No, no es una recreación”, me dijo Juliana. “Es un cover”, agregó Manuel.
Acto seguido pusieron una foto bastante ampliada de la obra al lado de una foto del mismo tamaño con la Manifestación de Berni. El efecto me sorprendió: la línea de fuga de la Manifestación de Juliana y Manuel, invertida, hacía que sus manifestantes y los de Berni confluyeran en un mismo punto, como columnas de distintas agrupaciones en una plaza.
La plaza de Juliana y Manuel es Plaza de Mayo. La de Berni viene de Rosario.
Es un cover en espejo. Y en efecto: basta con poner la Manifestación de Juliana y Manuel al lado de la Manifestación de Berni y seguir las líneas de fuga (en la primera desde el ángulo inferior derecho hacia el ángulo superior izquierdo y en la segunda desde el ángulo inferior izquierdo hacia el ángulo superior derecho) para que las columnas dibujen la V de la Victoria.
El trabajo meticuloso, incesante, los cuidados en la construcción, los agregados, los ajustes, la precisión con la que esta obra manifiesta su compañerismo con la otra, se cimenta en una serie de procedimientos compartidos que parecen títulos de ensayos: “la fotografía como apunte”, “la tradición iconográfica”, “las elecciones técnicas”, “la exploración de sentidos”, “la construcción de genealogías”, “la experimentación formal”.
Y si las obras son amigas ¡cómo no lo van a ser también los artistas! Berni pintó Manifestación hace noventa años. Noventa años suman las edades de Juliana y Manuel. ¡Casi que podrían salir a pasear juntos! Juli Lafitte, Manu Mendanha y Toni Berni. Lo cierto es que Juliana y Manuel le dan otra vida a la Manifestación de Berni, y le inyectan una energía nueva: la sombra de lo inminente.
Pan y Trabajo es la consigna de la única pancarta a la vista. Para sostener una pancarta como esa se necesita una multitud.
La angustia en los ojos de los manifestantes de Berni es notoria. Es la angustia de la exclusión, el dolor del hambre, las arrugas de la rabia. Solo uno de ellos muestra el puño. “La verdadera carga para una comunidad no somos nosotros, son los ricos. Nosotros lo único que pedimos es pan y trabajo. Los ricos no trabajan, consumen mucho y no producen nada”. Un único puño es más que suficiente para decirlo.
En la Manifestación de Juliana y Manuel, el puño no parece brotar de entre los cuerpos: está claramente sostenido por alguien que mira al frente con severidad. Juliana y Manuel desplazan el significado (y el peso) del puño hacia una serie de personas que miran algo a los costados, fuera de cuadro, y hacia otros que miran al cielo. ¿Qué es lo que ven los que miran a los costados? ¿Qué es lo que ven los que miran al cielo?
Leo en alguna parte que Berni usó “modelos anónimos” para su obra. Juliana y Manuel pusieron amigos. Aparte de su condición social y acaso también de su origen, no sé nada de los manifestantes de Berni. Sé que uno de los hombres de adelante estuvo antes en otros cuadros suyos, pero nada más. En cambio, conozco personalmente a todos los manifestantes de Juliana y Manuel.
Creo reconocer incluso a un pomposo crítico de arte en el último tramo de la obra, donde se desdibujan los detalles de las caras.
¿Son conscientes Juliana y Manuel de la dosis de inquietud que inyectaron en Manifestación? ¿O dejaron que a la destreza de cada punto en el tejido de la obra visible se añada “naturalmente” la destreza de lo que se teje solo, fuera de campo?
La niña que en la obra de Berni tiene un pan en la mano, en la de Juliana y Manuel irradia desconcierto. Parece entender qué es lo que inquieta a los que miran al cielo y a los costados.
Hay una amenaza. Eso es lo que entiende o percibe la nena, y se lleva un dedo a los labios. Ahora mira al frente. Hay una amenaza y no están a salvo.
A los costados, fuera de cuadro, está la policía.
En el cielo hay un avión. Varios aviones en realidad, teniendo en cuenta que no todos miran en la misma dirección. Y no precisamente una insólita coincidencia de aviones comerciales. “La verdadera carga para una comunidad no son los que marchan, la verdadera carga son los poderosos”.
En efecto: esto que habita la obra, aunque no se ve, es parte de aquellas cosas que se tejen solas, como reflejo o consecuencia del dominio de los artistas sobre cada punto de la obra visible. En otras palabras: ellos crean la obra, y la obra misma, por sí sola, se encarga del resto.
Ahí está lo más tremendo de Manifestación: lo que la obra sugiere. Porque decir “aviones” en Plaza de Mayo, sea en 1955 o en 2024 ¿qué es, sino decir masacre?
—Sergio Bizzio, 2024