Tondos, 20202024

La raíz, 2021

Plastilina y raíz sobre madera

Ø 150 cm

La raíz, 2021

[Detalle]

La Cruz, 2021

Plastilina, acero inoxidable y cerámica sobre madera

Ø 150 cm

La Cruz, 2021

[Detalle]

El juego de la vida, 2021

Plastilina, bronce, telas, tierra, madera y acero sobre madera

Ø 150

El juego de la vida, 2021

[Detalle]

La Jaula, 2021

Plastilina, óleo, jaulas y hierro sobre madera

Ø 150 cm

La jaula, 2021

[Detalle]

La Villa, 2021

Plastilina y materiales diversos sobre madera

Ø 205 cm

La Villa II, 2023

Plastilina y materiales diversos sobre madera

Ø 206 x 28 cm

La villa II, 2023

[Detalle]

Los Mareados I, 2022

Plastilina y materiales diversos sobre madera

Ø 206 x 28 cm

Los Mareados I, 2022

[Detalle]

Lxs Mareadxs II, 2023

Plastilina y materiales diversos sobre madera

Ø 206 x 28 cm

Lxs Mareadxs II, 2023

[Detalle]

Tic, 2021

Plastilina y reloj sobre madera

Ø 52 cm

Tac, 2021

Plastilina y reloj sobre madera

Ø 52 cm

Tic II, 2023

Plastilina y materiales diversos sobre madera

Ø 55 x 12 cm

Tac II, 2023

Plastilina y materiales diversos sobre madera

Ø 55 x 12 cm

LA VILLA
Si la ciudad es una geometría de retazos e ilusiones, también es la porción de hambre con la que el anhelo se engulle. La mandíbula entrenada y las piernas fuertes para correr por pasillos. Una garganta de acero para soportar la helada y unos dientes de dinosaurio con memoria de la ausencia. Fueron siglos de lava y de estrellas fugaces, meteoritos que daban pavura. Hasta que llegó el círculo, la rueda; el retondo hecho tondo. La leyenda vuelta de oro y, esbelta, creando las telas con las que taparíamos nuestros cuerpos de decencia.
Si la ciudad es deshecho y descascaro del alma, también es espera. Las manos hábiles, la madera filosa; las chapas que cubren arrugas y miradas soberanas; el vidrio helado por fuera y empañado desde adentro del cálido de los alientos. Las casas pegadas a las otras, entramadas por desagües y cables de plástico. La tierra erecta en porciones coloradas; uno encima del otro el rojo fue tomando la esfera. Pero el reflejo del cielo no se calla. Cargado de agua o despejado de invierno, se tatúa sobre el ladrillo serpenteado, cuando unas Nike polvorientas vuelven a orbitar planas, sobre la villa que las ampara. Solícita de una tregua.
—Albertina Carri, 2021